domingo, 25 de octubre de 2009

Reseña de M. A. PAZ Y MIÑO: ¿NO EXISTE DIOS? Ensayos de Filosofía de la Religión por EDUARDO ARENS

El «problema» de la existencia de Dios no ha dejado de ocupar y preocupar al hombre desde antaño, como si le fuera innato. Pero, las afirmaciones que se hacen al respecto en nuestro mundo, generalmente son de conveniencia, o resultantes de ideas peregrinas, sino de «snobismo» o de rebeldía ante lo que sea que tenga visos de imposición. El libro de Paz y Miño Conde es una buena guía para quien quiera tomar en serio este asunto y reflexionar con desprendimiento. Las conclusiones se las deja -como debe ser- al lector, sin manipulaciones sensibles o implícitas.
Con un estilo ágil y sumamente agradable, el autor nos conduce a través de tres bien demarcados capítulos a una serie de reflexiones acerca de la interrogante sobre la existencia de Dios. En el primer capítulo, aborda el asunto central: si se puede afirmar de alguna manera que (los) Dios(es) existe(n), y en qué sentido hay que entender ese vocablo. A continuación introduce el asunto de la religión como tal: qué es y cuál es su papel(es). Concluye con un breve capítulo dedicado a algunas actitudes comunes frente a la religión. En cada capítulo el autor expone posiciones a favor y posiciones en contra, invitando así al lector a su propia reflexión.
No es un tratado de teodicea como tal, sino más bien una serie de reflexiones y observaciones de diversa índole de carácter más bien filosófico que teológico. Con clara honestidad e intento de imparcialidad (observable ya en la manera en que, jugando con dos colores, a titulado su libro, el autor, licenciado en filosofía, conviene a las reflexiones de grandes pensadores con las suyas propias. Eso hace su obra aún más interesante y cuestionadora.
Debemos agradecer a Paz y Miño Conde por esta publicación suya, pues mucha falta nos hacía una obra confiable y ágil que toque frontalmente una interrogante que, a mi juicio, se extiende cada vez más. El tema de Dios no es simple especulación romántica pues la posición que se asuma al respecto determinará en gran medida y refleja directamente el comportamiento, y con ello el caminar de la sociedad misma. Sobre esto viene advirtiendo una y otra vez el Papa Juan Pablo II cada vez que se detiene en uno u otro problema ético que nos acosa (de la justicia, de la familia, de la vida misma, etc.)

EDUARDO ARENS, S.M.(Doctor en teología y profesor del Instituto Superior de Estudios Teológicos de Lima, y autor de The Elton-Sayings in the Synoptic-Tradition, La Biblia sin mitos, Apocalipsis: ¿revelación del fin del mundo?, Los Evangelios, ayer y hoy entre otros libros).

RESEÑA DE Manuel A. PAZ Y MIÑO: ¿NO EXISTE DIOS? ENSAYOS DE FILOSOFÍA DE LA RELIGIÓN por Octavio Obando Morán

Manuel A. PAZ Y MIÑO: ¿NO EXISTE DIOS? ENSAYOS DE FILOSOFÍA DE LA RELIGIÓN. Lima: AERPFA, Serie Crítica. 1994.
SINOPSIS
Este material expuesto en un estilo claro, ágil y ejemplarmente didáctico, reúne 3 ensayos: el primero versa sobre las definiciones religiosas y filosóficas del concepto de Dios; el segundo es un recorrido por las diversas posiciones críticas en torno a la religión; el tercero, busca hacer un balance de las consecuencias prácticas de la fe en la vida diaria. Concluye con el señalamiento de una bibliografía en las áreas de: antropología de la religión; filosofía de la religión; historia de la religión; sicoanálisis, sicología y psiquiatría de la religión; sociología de la religión; religión en general. Veamos muy ligeramente cada uno de los ensayos, al final haremos la crítica respectiva del trabajo, lo situaremos en nuestro contexto histórico y señalaremos algunas trabajos académicos como no académicos de autores peruanos en esta línea de reflexión.

CONTENIDO
Ensayo 1: "Sobre los dioses"
Parte Paz y Miño de la definición etimológica de la palabra Dios y los variados contenidos que ha ido cobrando hasta devenir en politeísmo (multiplicidad de dioses), monoteísmo (un dios creador y personal), panteísmo (dios está en todo y, a la vez, todo está en dios).
Repasa los argumentos básicos esgrimidos para postular lo relativo a la existencia de Dios según época y autores. Así nuestro autor, en un lenguaje bastante sencillo, nos lleva por el argumento cosmológico, el teleológico (de los fines), el ontológico (del ser), el moral (utilitario). A estos añade el profesor Paz y Miño el argumento histórico-etnológico, el argumento de la Revelación, concluye con el argumento místico. Al repaso de cada argumento opone una perspectiva crítica. En el tópico de la relación ciencia y religión, afirma Paz y Miño que los seres humanos tienen un cuerpo de conocimientos, el científico-natural, que nos dan cosmovisiones cientistas, es decir: objetivas. Así, en lo que concierne a Dios caben dos posibilidades:
1) si verificamos a Dios, luego no existe;
2) si no se verifica, luego se afirma que cualquier cosa inverificable puede existir. Junto a Dios podrían también existir todas las cosas inimaginables.

Ensayo 2: "La crítica de la religión"
Aquí discurre Paz y Miño sobre las opiniones vertidas en diversos momentos por una serie de filósofos acerca de la religión. El razonamiento que guía al autor es mostrar a los partidarios de la religión, sus oponentes, como aquellos que no están ni a favor ni en contra. Así tenemos que en el sector de los contrarios a la religión encontramos a L. Feuerbach, K. Marx, F. Engels, F. Nietszche, B. Russell, R. Carnap, L. Wittgenstein; a favor están: W. James, H. Bergson, C. Jung, etc. Ni a favor ni en contra: A.Comte, E. Fromm (Tesis de licencia de nuestro autor y recientemente aparecido).

Ensayo 3: "¿Escucha Dios nuestras plegarias?"
Es en esta sección donde encontramos más claramente el sello personal del autor, es decir, al hombre vinculado con la vida que reflexiona filosóficamente. Afirma que los creyentes son tales cuando practican
cotidianamente sus creencias y no las reducen al ritual. En última instancia, y parece ser una idea muy marcada de Paz y Miño, lo más importante es "...la cuestión ética en relación con la Divinidad y el prójimo", si permite la religión [o creencias, convicciones y cosmovisión] ser mejor ciudadano y ser mejor persona para la construcción de una sociedad más justa y humana. El problema, pues, no es teísmo contra ateísmo, sino una mejor humanidad.
Nuestro autor concluye lo siguiente recorrido sus ensayos:
1) no podemos probar la inexistencia de Dios;
2) hay quienes optan (o no) por creer en Dios;
3) existe dolor, miseria, muerte, problemas sociales e individuales, cosas que no necesitan probarse;
4) al poseer inteligencia el ser humano puede preocuparse, solucionar o por carecer de respuesta, complicarse más la vida.

CRÍTICA Y CONTEXTO DE LOS ENSAYOS
a) Veamos ahora la crítica que podemos hacer a estos ensayos. Comencemos por el ensayo
1. Por el lado de lo general habría que insistir en el punto de que toda cosmovisión cientista, es materialismo metodológicamente, pero no ontológicamente. E, insistir, en que toda ontología filosófica materialista no ancla, para su justificación, en una rama de la ciencia sea social o natural. En última instancia la ciencia social y natural no prueban la existencia o inexistencia de Dios. Lo que hacen, ambas ciencias, es darnos información de lo social y natural que, al ser reelaborados en los presupuestos ontológico-filosóficos de matriz materialista, nos permiten tener un diseño más objetivo de esta materia concebida filosóficamente. La ontología filosófico-materialista supone un modelo del ser y de las relaciones objetivas que comprende este ser. Al ser proyectada sobre la realidad se enriquece con el conocimiento en general, y se vuelve a este conjunto ontológico relativo al ser y nos permite tener un modelo cada vez más objetivo de él. Procedimiento deductivo-inductivo, objetivo y coherente, que no tiene, de ninguna manera, el modelo ontológico filosófico idealista. Respecto al ensayo 3 debo decir esto: en el ensayo 1 el autor parece sugerir que la ciencia natural probaría la inexistencia de Dios (obsérvese su razonamiento relativo a las dos posibilidades en lo que concierne a Dios). Pero en el ensayo 3 parece sugerir que lo sensato de la creencia en Dios es su aspecto ético, cómo practicamos nuestra creencia relacionada con Dios y el prójimo. Paz y Miño desde esta óptica estaría en la corriente de un humanismo de base ética, más bien laica, o, para decirlo más claramente, un humanismo laico, o un ateísmo ético. A esta perspectiva del autor opondríamos nosotros un ateísmo más bien práctico, cuyas fuentes básicas serían:
1) la indiferencia religiosa, que emerge de las relaciones sociales liberales;
2) la práctica científico-natural, social y política, y
3) una reformulación de lo que hemos entendido por el ser desde la perspectiva materialista

b) Esta obra en el actual contexto histórico resulta llamativa por dos razones: por la dinámica de la filosofía universitaria y no universitaria. Por lo universitario parece ser el desprendimiento de una modorra académica generalizada. No olvidemos que la vertiente neopositivista, durante los 60 y 70, declaró la religión como un sin-sentido. Y allí plantó el asunto. El marxismo de la década del 70, el marxismo académico, redujo el ateísmo a una mera repetición de los soviéticos. Pero hubo trabajos, sobre todo de la década del 80 que desde un naturalismo radical, cuestionaba el origen y esencia de la religión, en esta línea está Fernando Bobbio [Profesor emérito de la Universidad de San Marcos]. El trabajo del historiador Manuel Ballesteros: Vocabulario Ateísta y de Gustavo Flores Q.: Mito y Realidad de Cristianismo. En esta década del 90 resulta atractivo y original el trabajo de R. Braun (Profesor de la Universidad de Lima, y en una perspectiva neopositivista): El problema mente-cuerpo . A esta lista habría que añadir el trabajo de Paz y Miño. Estimo que, en general, el pensamiento materialista académico desde distintos ángulos, comienza a tocar tópicos no tenidos por académicos, o, más bien, que no eran del buen gusto conservador académico: la negación o cuestionamiento de Dios. Se avizora en el 90 un cambio de perspectiva indicativo de esto es la antología de M. A. Paz y Miño: Filosofía de la religión (Lima: Ediciones RPFA. Dic. 1995) y la obra de G. Flores Q. La Leyenda del Sudario de Cristo (Lima: IIPCIAL. 1995)

Desde lo no universitario el trabajo de Paz y Miño aparece en una situación bastante interesante. Vivimos un contexto de liberalismo que parecería en su expresión, fascista; que se escuda en la legalidad jurídica liberal moderada. Tras este liberalismo se escudan tendencias católicas extremistas, el opudeísmo (Opus Dei), y, ambos, avalan éticamente lo que califico de "liberalismo zoológico". El texto que comentamos habla más bien de una forma de autodirección humanista, éticamente ateo y, en materia de creencia, no dogmático. El contenido político que se infiere del libro es la de un liberal moderado, tolerante y discretamente descreído.

Y, otro ángulo del mismo asunto, nos recuerda que el humanismo del "liberalismo zoológico" es, esencialmente, anticristiano y que puede ser apoyado por tendencias cristianas. Tal liberalismo es opuesto al catolicismo cristiano vago y ritualista de nuestras clases medias y populares. Pero que alimenta a sectores emergentes de la clase media pobre y ciertos sectores populares. Así, el cristianismo católico se ve inficionado desde el catolicismo fascista.

En una perspectiva crítica, más bien política y social, se ubica el trabajo de L. O. B. O.: Juan Pablo II, Mensajero de la Paz Reaccionaria; el planteamiento táctico, pero no afirmado de los hombres políticos de la década del 70 de las izquierdas, de que la cuestión religiosa es un aspecto, no el principal, de lo político. Y en el que se postulaba la libertad de creencia como no creencia. Y mi propio planteamiento respecto al ateísmo práctico visto líneas más arriba. No es improbable que hayan otros trabajos que desconocemos. En última instancia, el problema central del ateísmo de nuestra época no es la lucha de creyentes versus no creyentes, es, más bien, el de la libertad de creer como no creer. El derecho a que se reconozca que la superación de toda creencia teísta es una afirmación total y radical de la autonomía del hombre, y no soberbia humana.

(Dr. Octavio Obando Morán, Departamento de Filosofía, Universidad Nacional Mayor de San Marcos de Lima).

LEON DE HAAS, A PRACTICAL PHILOSOPHER FROM HOLLAND

An interview by Manuel Abraham Paz-y-Miño , July 2009

Paz-y-Miño and De Haas

Leon de Haas is a Dutch practical philosopher who lives in Roermond, the Netherlands. In his web page: http://www.engadin.nl/en/ we can read that he is an "organization consultant and project manager for ‚business intelligence’ in professional organizations", and a Socratic coacher for the ‘art of living’, ‘joy of work’, and ‘leadership’. De Haas is also a member of the IGPP (International Society For Philosophical Practice), and a board member of the VFP (Dutch Society For Philosophical Practice). He is the editor of the section ‚Philosophical Practice‘ of the Dutch magazine ‚Filosofie‘.



According to your view, what is a practical philosopher?
The words of your question imply a broader view on ‘philosophical practice’ than we have in circles of ‘philosophical practice’. With the latter I mean the kind practice that started with Achenbach and Marinoff. I agree with you. The notion of practice is as old as philosophy, both in European and Asian traditions. In the writings of Aristotle we find the distinction between theoria, poiesis and praxis, praxis being both ethics, economics and politics. In the Hellenistic schools the notion of praxis had to do with living philosophy - philosophy as a way of life, in distinction from what was academic philosophy in those days. These notions revived in the life and works of Erasmus and De Montaigne. Another tradition in which those notions revived, were the mystic philosophy of Meister Eckart and of others in the early Renaissance.
In Modern times, the praxis revived in European philosophy via marxism (Marx’ theses on Feuerbach and his Parisian Manuscripts) and neo-marxism (the Frankfurter Schule, Ernst Bloch, Erich Fromm) and via existentialism (in a religious sense through Kierkegaard, and in a political sense through Sartre) - and via Nietzsche (and the french nietzscheans like Bataille and Foucault). These Modern traditions of philosophical praxis came to life in the sixties and seventies. I learned philosophy in these traditions.
I also have to mention Ludwig Wittgenstein. He has been adopted by the non-practical philosophy of language. But that is not justified by Wittgenstein’s own praxis of life. As a human being and as a philosopher, he was strongly influenced by Kierkegaard’s philosophy. His so-called philosophical investigations were not just academic activities in the ivory tower of linguistic analyses, they were part of Wittgenstein’s efforts to lighten his mind, trying (desperately) to live as a good human being.
And, in the eighties, ‘philosophical practice’ was invented. It differed from the old long philosophical traditions of philosophical practice in that it was not political practice nor a philosophical way of life. It was a philosophical alternative to professional practices like psychiatry, psychotherapy, counseling, At the same time, the word ‘practice’ also got the association of ‘small business;, the philosopher running is own practice for personal counseling, group counseling or management consultancy. So, we could call this way of philosophical praxis a commercial therapeutic or advisory practice. It is not strange that this kind of philosophical practice has been compared to the sophists in Socrates’ times.
When I started to call myself a ‘philosophical practitioner’ and to set up my own philosophical business, I had to match those (at least) three philosophical traditions of philosophical praxis - praxis of daily life, political practice, and commercial practice. The interference of the aspects of philosophical praxis influences the way I do my commercial job as a philosophical counselor, coach and management consultant.



What circumstances in your life made you a practical philosopher?
This question cannot be answered, because I don’t have - and cannot have - enough detailed insight into the motives of my life. I just can make a guess.
One of the circumstances may be the families I am born in. From both sides, my father’s and my mother’s, my family were craftsmen from generations ago. My father’s father was a carpenter and builded wooden boats. My mother’s father was tailor. Both grandfathers had their own business. To create things with your own hands and ideas, in your own business, that is a skill and a desire that I inherited. Those ‘things’ may also be ‘spiritual’ things; in my mother’s family there are many professional musicians. My ‘things’ is philosophy - but not philosophy as just words and theoretical thought, but as the daily practice of life and work. I always considered philosophy to be a craftsman’s work; create ‘wise and free situations of daily life’ (I did not need Foucault and Hadot to know that).
Another circumstance of me becoming a practical philosopher are the sixties. I am from 1949 and was born and raised in Amsterdam, so I was about 15 to 17 years old at the time of the anti-authoritarian and hippy movements in Amsterdam and the rest of the world. In the years I studied philosophy at the University of Amsterdam, philosophy and the study of philosophy was both personal and political, i.e., practical both in personal life and in social action.



Why is it better for you to call yourself a philosophical coach rather than a philosophical therapist, counsellor or adviser? What are the differences among those terms?
To begin with the last part of this question, I think there are three ‘attitudes’ of ‘commercial’ philosophical practice (also see my answer to your first question). One attitude is “philosophical practice is an alternative to psychotherapy or to regular management consultancy” (it is about the same problems etc., but is deals with it in a different way). Another attitude is “philosophical practice is an alternative (and better) form of psychotherapy or regular management consultancy” (it is the better psychotherapy). The third attitude is “philosophical practice has nothing to do with psychotherapy or regular management consultancy, it is a way of practice on his own”. This last attitude is mine. To emphasize this and to be clear to my clients, I like to use other words than those that are used by therapists. I like the word ‘coach’, for this reason. Moreover, the word ‘coach’ associates to competences and goals that are comparable to those of philosophical practice. I mean the Socratic attitude of ‘not knowing’ and ‘midwife practice’ by questioning skeptically and critically.



Do you think it is necessary for a practical philosopher to leave academician world or College teaching?
Practical philosophy can be practiced by someone who earns his money as a teacher of investigator at an university. The question is not wether he works at an university, but wether how he or she philosophizes - in daily life and at the university.



Can you tell us about the Dutch practical philosophy? Who are its most important representatives? What about its tendencies?
There are no exact, reliable figures about the amount of (really) practicing philosophers. I suppose, that there are just a few philosophers practicing in the field of individual therapy, counseling of coaching. Theo van Leeuwen (The Hague) and Will Heutz (Heerlen) are working as what you can call ‘philosophical psychotherapists’. Some others use the so-called ‘aristonide’ method of Eite Veening (Groningen). Some female philosophers work with psychological technics to cope with emotions. Some practitioners are working as a (personal) coach, like I do (as far as I know, I am the only one to have his own philosophical method in this field). There are one or two philosophers who adapted the method of Brenifier (like Minke Tromp in Amsterdam).
Most philosophical practitioners are working in the field of management consultancy and organization development. As far as they use explicit philosophical views an methods (I think, most of them are just regular consultants), they use Leonard Nelson’s method of the socratic dialogue. The New Trivium, a group practice of philosophers (Jos Kessels published a lot about their vision and method), is rather well-known in Dutch business. Joep Wijsbek (Eindhoven) uses another method; he developed the so-called ‘Zelfkonfrontatiemethode - Organisatie’ (self confrontation method - organizations). Wijsbek is also rather successful. I did develop my own method, too; I call it the ‘engadin style’ of socratic coaching. I work both with individuals and with groups. with private persons and in organizations.
Then, there are of course the philosophical cafés, and some colleagues are doing philosophy with kids (you talked with Maaike Bekkers in Amsterdam).
Only the Nelson-socratic practitioners are sharing knowledge and experiences intensively. They have courses, and are active on an international level. Those who philosophize with children do not have professional meetings with each others. The practitioners who work with individuals are slowly meeting one another more and more professionally in the context of the Dutch association.
The Dutch association is busy trying to professionalize philosophical practice. Within the board of the association, Peter Harteloh (Rotterdam) and I are developing a professional profile, with competences, and the professional register of philosophical practitioners.



What about your personal philosophical interests and researches? Have you published any papers or books?
I have been studying Wittgenstein and Nietzsche for years, and re-read Sartre and Heidegger. The main topic in my philosophical investigation is the philosophy of experience. I’m busy writing an article and a book on (my style of) socratic coaching.
Most of my publications are in Dutch, and are in the field of management consultancy. In 1988 I published a transcript of my philosophical performance ‘Strategieën van het vlees - Hommage aan John Cage, ondanks Adorno’ (‘Strategies of the flesh - Homage to John Cage, despite of Adorno’).
In the Dutch philosophical magazine ‘Filosofie’ I published articles and essays, among which ‘Wittgenstein and the art of living’, ‘What is philosophical practice?’, and ‘The paradox of the philosopher / management-consultant’ (all in Dutch).

MAP-LH/2009-07-05-07

RAN LAHAV: UN FILÓSOFO PRÁCTICO ISRAELÍ

Ran Lahav

Entrevista por Manuel Abraham Paz y Miño

Ran Lahav es Magíster en Psicología y Doctor en Filosofía (1989) por la Universidad de Michigan (Estados Unidos). Co-organizó con Lou Marinoff la Primera Conferencia Internacional de Consejería Filosófica en Vancouver (1994, Canadá), y con José Barrientos el Primer Retiro Filosófico Internacional en Filosofía Contemplativa (2005, España).
Actualmente enseña en la Universidad de Haifa (Israel) cursos de consejería filosófica.

-Según su opinión, ¿qué es un filósofo práctico?
Es una filosofía que trata desarrollar la vida cotidiana y hacerla más profunda.

-¿Qué circunstancias en su vida le han hecho un filósofo práctico?
Siempre busque maneras de vivir más profundamente. Cuando empecé a estudiar filosofía en la universidad, me gustaba mucho, pero también me sentí que esta filosofía estaba demasiado lejos de la vida cotidiana. Entonces busqué el punto en que la filosofía podría tocar la vida.

-¿Qué es mejor para que Usted: llamarse filósofo práctico o consejero o asesor filosófico?
Prefiero que se me llamen un filo-sofo, es decir en griego: un buscador de la sabiduría.

-¿Cuáles son las diferencias entre estos términos?
La filosofía práctica es una categoría más amplia y general. La consejería/asesoria filosofica es un tipo de la filosofía práctica.

-¿Cree que es necesario que un filósofo práctico salga del mundo académico o de la enseñanza en la universidad?
No veo ninguna contradicción entre enseñar en la universidad y hacer la filosofía practica. Pero los dos son dos actividades diferentes.

-¿Qué puede decirnos acerca de la filosofía práctica en Israel? ¿Quiénes son sus representantes más importantes? ¿Cuáles son sus tendencias?
En Israel hay unos grupos y varios individuos que hacen la filosófica práctica y la consejería filosófica. No pertenecen a una organización común, y no hay mucha comunicación entre ellos. Creo que representan una gran variedad de orientaciones, desde la concepción de que la filosofía practica busca la sabiduría hasta aproximaciones más prácticas y pragmáticas.

-¿Qué puede decirnos acerca de sus propios intereses e investigaciones en filosofía?
Me interesa cada filosofía que ilumina la vida cotidiana. Creo que es posible encontrar chispas de sabiduría en casi cada tipo de filosofía, pero especialmente en filosofías que hablan sobre la vida cotidiana.

-¿Qué libros o artículos ha publicado?
He publicado dos novelas espirituales en hebreo (Lu – Diarios Internos, y Las cámaras del cielo), un libro sobre la consejería filosófica en inglés (Essays on Philosophical Counseling, 1995), y más de 25 artículos sobre la filosofía práctica en revistas profesionales. Unos de mis artículos se han traducido al italiano, y publicado en un libro. Pero creo que los más importantes textos que he escrito están en mi página web www.trans-sophia.net.